“Estudiar” el manual de nuestra cámara. Debemos dominar las funciones del instrumento con el vamos a captar imágenes. 
No usar gafas de sol cuando vayamos a hacer fotos. 
Trabajar con la máxima resolución que permita la cámara. Si es posible, en RAW. 
Tener presente las grandes limitaciones del flash de relleno que tiene incorporado la cámara. 
En cada descarga de las fotos (tarjeta-PC), hacer copias de seguridad. 
Archivar las fotos atendiendo a categorías, y ordenarlas cronológicamente. 
Aplicar los postprocesados sobre copias de las tomas, nunca sobre imágenes originales. 
Cuidar la forma en la que cogemos la cámara. Los dedos nunca deben tapar el flash o el sensor de enfoque. 
En el caso de cámaras compactas evitar el zoom digital. 
Mantener apagada la pantalla es una medida que ahorrará energía de nuestras baterías. 
Antes de una sesión fotográfica debemos asegurarnos de que tenemos baterías cargadas. Recomendable tener una/s de reserva. 
Sostener  la cámara firmemente con las dos manos y con los codos pegados al  cuerpo. En ocasiones, es mejor apoyarse en algo, arrodillarse o incluso  tumbarse en el suelo. 
Pulsar el disparador con suavidad para evitar la perdida de nitidez de la imagen. 
Asegurarnos de que tenemos las tarjetas de memoria vacías antes de comenzar una sesión fotográfica. 
Dedicar tiempo a observar y seleccionar el encuadre. Evitando elementos que no aporten información/belleza a la imagen. 
Hacer varias tomas desde distintos ángulos cuando encontremos un motivo interesante. 
Con  las cámaras compactas debemos cuidar los detalles cerca de los bordes,  pues lo que se ve en el visor es diferente a lo que se registrará por el  objetivo.  Evitar los horizontes inclinados. Para ello, sujetaremos la cámara derecha, en el momento de disparar.
No desestimar el formato vertical. 
La mejor luz del día las disfrutaremos en las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. 
Evitar la luz del mediodía.   
Evitar el Ojo de Buey. 
Conocer la Regla de tercios y la Composición Divina.  Tener presente la Ley de la Mirada. 
Contemplar la Ley del Movimiento. 
Aplicar en la mayoría de las composiciones la Ley del Horizonte.  Utilizar el Punto de fuga como recurso fotográfico para mejorar nuestras composiciones.  Hacer uso de Patrones en nuestras composiciones. 
Evitar que se registre nuestra sombra (la del fotógrafo) en la imagen. 
Con velocidades de obturación inferiores a 1/80sg utilizar trípode.
En los paisajes incluir motivos en primer plano para enmarcar el paisaje y dar la impresión de perspectiva. 
En las tomas panorámicas incluir personas, que servirán de referencia y hacen que el observador se sienta parte de la escena. 
En  paisajes nevados debemos abrir hasta dos puntos el diafragma para  conseguir una nieve blanca y brillante, pues la excesiva luz reflejada  engañará al fotómetro y por tanto obtendremos fotografías oscuras y con  la nieve gris. 
En nuestras composiciones tener en cuenta el Espacio Negativo como recurso fotográfico. 
Examinar  el fondo antes de disparar. Debemos de buscar fondos neutros y, si es  posible, desenfocarlos. Nuestro objetivo es evitar los fondos confusos  que quiten protagonismo al sujeto. 
El  flash incorporado resulta útil como iluminación de relleno en  exteriores para fotografías realizadas al mediodía y en general, siempre  que el sol produzca sombras molestas sobre el rostro de nuestros  modelos. 
Para la mayoría de los usuarios (generalmente hacen copias de 10×15) con una cámara de 3.2Mpx tienen más que suficiente. 
Cuidado en la playa. El agua salada y la arena son elementos muy peligrosos para la cámara. 
Enfocar con precisión el tema principal. 
Debemos  buscar fotos que despierten la atención y muestren una sola idea, sin  detalles innecesarios (para mantener la sencillez debe acercarse al  motivo o escoger un fondo simple). 
Existe  un recurso fotográfico llamado Los Cortes que no debemos confundir con  los recortes involuntarios. Debemos evitar los cortes de cabezas y pies. 
Cuidar  el equipo: Los objetivos, filtros y el sensor (ver limpieza sensor)  deben estar limpios y libres de polvo o huellas. Evitar las temperaturas  extremas. Por ejemplo, no dejar nuestro equipo en el coche al sol.  Trasportar el equipo en una mochila o bolsa apropiada (acolchada y que  aisle de la humedad). Recomendables las mochilas LowePro. En  desplazamientos en avión, utilizar maletas rígidas para el equipo  fotográfico (con nuevas medidas de seguridad aerea no nos dejaran pasar a  la cabina con la mochila). 
Ver  y estudiar las obras de maestros vía internet, libros, museos y  exposiciones. Preguntarnos: ¿Por qué me cautiva esta imagen? 
Aprovechar la atemporalidad de las copias en blanco y negro o en sepia. 
Durante la sesión fotográfica (sea interior o exterior) debemos huír de las prisas. 
Buscar información en la Red. Todo está ahí. 
No tener miedo a experimentar con el equipo. 
Practicar, practicar, practicar.